miércoles, 5 de diciembre de 2012

La República aristocrática


La República aristocrática

La República aristocrática comenzó con la popular "revolución de 1895," liderada por el carismático e irreprimible José Nicolás de Piérola (1895-99).
 Él derrocó a la cada vez más dictatorial Cáceres, quien había ganado la Presidencia nuevamente en 1894, después de haber colocado a su amiguista Coronel Remigio Morales Bermúdez (1890-94) en el poder en 1890. Piérola, una figura patriarcal y aristocrática, le gustaba decir que "cuando las personas están en peligro, vienen a mí." A pesar de que él había ganado la enemistad intensa de los civilistas contestó en 1869 cuando, como Ministro de Finanzas en el Gobierno de Balta, había trasladado el guano lucrativo envío contrato a la empresa extranjera de Dreyfus and Company de París, ahora logró forjar una alianza con sus antiguos adversarios. Esto comenzó un período conocido como la República aristocrática (1895-1914), durante el cual Perú se caracterizó por la relativa armonía política y crecimiento económico y modernización, pero también por el cambio social y político.


Desde las ruinas de la guerra del Pacífico, nuevas élites han surgido a lo largo de la costa y formaron para formar una poderosa oligarquía, basada en el resurgimiento de azúcar, algodón y las exportaciones mineras, así como la reinserción del Perú en la economía internacional. Su expresión política fue el partido Civilista reconstituido, que había revivido su programa antimilitary y proexport durante el período de intensa desilusión nacional e introspección que siguió a su derrota en la guerra. Por el momento el término de sucesor de Piérola, Eduardo López de Romaña (1899-1903), llegó a su fin, los civilistas contestó hábilmente había conseguido hacerse con el control del proceso electoral nacional y procedió a elegir su propio candidato y partido líder, el astuto Manuel Candamo (1903-1904), a la Presidencia. Posteriormente, controlaban prácticamente la Presidencia hasta la primera guerra mundial, aunque Candamo murió pocos meses después de asumir la Oficina. Elecciones, sin embargo, fueron restringidas, sujeto a estricta propiedad y calificaciones de alfabetización y a menudo manipulación por el régimen Civilista titular.
Los civilistas contestó fueron los arquitectos del crecimiento económico y estabilidad política sin precedentes, pero también poner en marcha cambios sociales profundos que alterarían, en el tiempo, el panorama político. Con el avance gradual del capitalismo de exportación, campesinos emigraron y se convirtió en proletarios, trabajaba en enclaves industriales que surgieron no sólo en Lima, sino en las zonas del campo, así. Las haciendas tradicionales y complejos de la minería en pequeña escala que podrían estar conectados al mercado internacional dieron forma cada vez más a las plantaciones agroindustriales modernas y enclaves mineros. Con la llegada de la I Guerra Mundial, Perú mercados internacionales fueron temporalmente interrumpidos y malestar social intensificado, especialmente en los centros urbanos donde un movimiento obrero moderno comenzó a tomar forma.

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